miércoles, 27 de julio de 2011

Saldo negativo de las RCM

A pocos días de terminar el presente mandato gubernamental, podemos afirmar que el saldo en las relaciones civiles militares ha sido completamente negativo. Toda vez que las autoridades del sector defensa, en particular el Ministro a cargo toma decisiones sin mayor criterio que afecta a la Fuerza Armada, como fue el mal hado dispositivo legal sobre las remuneraciones del personal militar. Al respecto, ha habido varios pronunciamientos de  las organizaciones de militares en retiro, como de congresistas de diferentes bancadas sobre lo nefasto que sería la aplicación de estas normas. Asimismo en un gesto poco frecuente, los Comandantes Generales de los Institutos han expresado  al  jefe del sector, su preocupación de llegarse  a la aprobación  de dichas disposiciones. Hecho que no constituye ningún acto deliberativo, sino que en su justa responsabilidad del Instituto que tienen a su cargo, la han canalizado a su jefe inmediato.
En los últimos años de este gobierno, no ha habido mayores acercamientos entre las autoridades  políticas y la fuerza armada, toda vez que el poder político muchas veces ha tomado decisiones sin tener en cuenta la opinión de los castrenses. Cuando se pretendió vender parte del Cuartel General del Ejército, el Ministro Araoz, ridiculizó a la pista de combate, donde hace entrenamiento el personal militar. En el post del  primero de Febrero de este año, el Presidente se refirió desdeñosamente a dos Jefes de la Marina que habían dado una opinión contraria, a la decisión de quitarle el carácter de reserva a la Base Naval del Callao y meses atrás el mismo ministro Thorne, con respecto a los ascensos tuvo expresiones desafortunadas por decirlo de alguna forma , al decir que “no iba a haber un sometimiento de los civiles a los militares”. No hay ningún tipo de sometimiento ni de los militares a los civiles, ni de los civiles a los militares. Existe una conducción civil de la fuerza armada, pero ello no implica una sumisión. La conducción implica una dirección y control político en un régimen democrático. La relación que se construye es a través de la mutua confianza y respeto, y sucesivos acercamientos; como menciona Peter Feaver es una interacción de carácter jerárquica y estratégica.
A todo esto es necesario mencionar la aparente ausencia del Consejo de Seguridad Nacional , porque los impasses que se han producido entre las autoridades políticas y los militares, no deberían ser fruto solo de la personalidad del mandatario o del  jefe del sector , sino del CNS, quien  es el elemento rector  del Sistema de Seguridad y Defensa Nacional, entre cuyas funciones está la de aprobar la política de seguridad y defensa. En otras palabras lo que se trata en este tema es la institucionalidad que deben tener los órganos del Estado y no caer en personalismos, como lo hemos visto en este régimen.
Esperemos que en el próximo gobierno sea la institucionalidad de los organismos de seguridad y defensa los que marquen la pauta  de las medidas que se tomen en este sector y no sea el voluntarismo o personalismo de una autoridad política.